I
Ondeando en la liña,
al viento,
unos pantalones vaqueros
viejos, descosidos,
como única bandera posible.
Inclemente,
el sol del día los azota
comiéndoles su color antiguo.
Los ojos
recorren la forma
en silencio,
hastío,
pesar.
Las gaviotas vuelan
demasiado alto.
Inútil intentar seguirlas.
II
Contra la pared un cuadro roto,
sombras en los rincones.
En una silla,
los vaqueros sucios,
arrugados.
La ventana abierta
y
por ella
el viento de la tarde.
Huida del espejo
la cara de asombro.
Instantes de duda
en el eco.
en el eco.
El agrio sudor
de vencidos recuerdos,
distancias,
adioses.
Dormitando en la cajonera,
al lado de la cama,
- humeante -
el revólver.
M.A.N.H. (07-06-15)
Objetos que dicen todo lo que la voz del poema solo dice a medias. Muy sugerente.
ResponderEliminarDe eso se trata, amigo Luis. De sugerir y propiciar la imaginación.
ResponderEliminarGracias por pasarte. Un saludo.