Tal vez ser a veces sea no ser,
perderse entre la ceniza aventada
que los recuerdos disfrazan
de ataduras como crueles fantasmas.
Tal vez la vida no sea sino eso:
un cúmulo de intentos en la nada,
que hacia la nada conducen,
ciegos de luces, mudos de esperanzas.
Y allá vamos como ovejas en fila
que no se atreven a alzar la mirada
entre fatuos fuegos y risas
que esperan al borde de la mañana.
Porque negamos el sol que alumbra
la idea, como si la vida animara,
y nos contenta la rutina
diaria que somete nuestra andanza.
M.A.N.H. (09/08/12)
Me gusta este poema. En cierto modo me siento identificado con lo que transmite (o al menos lo que a mí me transmite). Esa sensación de futilidad -feliz en la mayor parte de las ocasiones- que me hace sentir que nada de lo que se haga tiene mayor trascendencia.
ResponderEliminarSalu2 Archivista. Habitualmente la trascendencia, y el sentido, de lo que hacemos sólo tiene importancia para nosotros y para aquellas personas cercanas que nos quieren. La palabra del que escribe al menos queda para quienes quieran leerlo y disfruten con ello. Gracias por tu lectura e identificación.
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