Buscando la luz encontré el silencio
como piedra en la huella de ser uno mismo,
un crisol de palabras envenenadas
por la distancia y el horizonte tardío.
Buscando poesía perdí el contacto
con la lluvia que anegaba el vacío:
Aprendí a evitar el reflejo sonriente
de la tarde que invitaba al suicidio.
Buscando amistad derrapé por la cima
de una duna de sombras, el precipicio
de unos ojos cerrados a cal y canto,
negados para el verbo y el destino.
Buscando vientos encontré tempestades,
certezas de mentiras en los caminos
que se estrechan, se hunden y se oscurecen
para llenarse de desconfianza y ofidios.
M.A.N.H. (25/08/12)
quien busca siempre halla, y más que ello, recoge aprendizajes y miles de ideas para desarrollar
ResponderEliminarcada estrofa es una rotunda emoción plasmada
felicitaciones Miguel
Elisa,
ResponderEliminarQuien busca siempre halla pero, se suele hallar lo que hay, y no tanto lo que se busca. Lo importante imagino será, como bien dices, la actitud de búsqueda, el aprendizaje que conlleva.
Gracias por tu lectura y tus palabras. Salu2.
Lo importante no es encontrar, si no buscar, el acto de darle alas a la curiosidad. No importa lo que se haye, siempre será mejor que permanecer en la caverna mirando las sombras...
ResponderEliminarUna vez nacidos/as estamos en camino, dejamos las sombras. Pero, cuando buscamos ¿qué buscamos? Ya dice el dicho: "La curiosidad mató al gato".
EliminarSalu2. Archivista