I
De tanto ahogo
que aprieto entre los dientes
olores de alcanfor y naftalina
sangro
por la ancha herida del costado
presto
a zanjar la tierra con los dedos
a anudar palabras
en las sombras
II
y tan cobarde
es el anuncio repetido
de su vuelo
de mosquito en las altas copas
como tardío
el enjambre de sus alas
ya remotas
sometidas al disgusto de la tarde
III
volverán oscuras
dijiste aquel día
de truenos las tormentas
y a nadie
acaso
tan adentro
con su angustia
el agua
que anunciaba
la muerte del poema.
MANH (27/11/18)
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