Entre el ruido y la indigencia
qué más da que muera
el que camina y siente.
Aquel, que llevaba
en sus puños
el peso de la palabra,
el que interpretaba los signos
desleídos de los sueños.
El hombre que sale a la calle,
bajo su paraguas,
no lo conoce, ni lo presiente,
y lleva su nombre escrito
en las arrugas del rostro,
en sus manos ocultas
en los bolsillos.
Qué mas da que llueva,
que no pare de llover nunca,
que chorreen los diarios
tinta de calamar.
El hambre te arrastra por pasos húmedos
y no hay sol donde refugiarse.
Aquel, que unía las sinalefas
de los silencios inoportunos,
pedía a gritos:
hojas
de papel en blanco,
manos
con dedos afilados
como lápices,
bonos
para el transporte urbano.
Qué más da que ahora
se dediquen faustos y gloria,
para alivio
de rasuradas conciencias,
si ya está muerto
el poeta Arturo Maccanti,
sobre esta arena nuestra,
bajo este azul
que mana interminable.
M.A.N.H. (25/12/14)
Gran poema para el homenaje a un poeta.
ResponderEliminarGracias Luis, por tu valoración y por estar siempre ahí. Un abrazo.
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