Al fondo del bosque, la humedad se hace presencia, aullido, sobrecoge y alimenta.
sábado, 14 de diciembre de 2013
COMO GOTAS DE LLUVIA EN UN ESPEJO
Como gotas de lluvia en un espejo
vivimos la incierta refracción de la luz
y el reflejo distorsionado de la sombra.
Materia o destino, vacío o plenitud,
nos mueve un impulso de hambre
en nuestra saciedad.
Recorremos con pasos desconocidos
caminos trillados por la memoria del hombre,
siempre nuevos para los sentidos.
La palabra es la simiente - dicen algunos -
espejo de la realidad que nos circunda
y también límite, frontera y juicio.
Como gotas de lluvia en un espejo
nos deslizamos por un reflejo sonoro
hacia la nada, hacia el todo.
M.A.N.H. (15/12/13)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
MANH, hablas de gotas de agua en un espejo al mismo tiempo que esas propias gotas son espejo en miniatura de más de una vida... ¡Míralas! ¡Tan sólo son agua! ¡Refléjate!
ResponderEliminarProcuraré hacerlo. Gracias Hisae por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
La delgada línea que divide la nada y el todo se dispersa en esa multiplicación de gotas y reflejos.
ResponderEliminarSugestivo post!!
Saludos Miguel Angel, y feliz resto de domingo.
Entre la nada y el todo somos y estamos. Gracias por tu mensaje Beatriz.
EliminarSaludos también para ti.
Impresionante la segunda estrofa. Pobres de nosotros, seres insaciables, ambiciosos, avaros hasta de lo innecesario y hasta el ridículo. Un excelente poema, Miguel. Enhorabuena,
ResponderEliminarMe alegra que te guste, Aurora. Tienes razón en lo que comentas, pero qué sería de nosotros sin ese hambre que nos hace desear más allá de lo que ya somos o tenemos.
EliminarUn abrazo.