En las calvas cabezas de los edificios
cae,
como amenaza que viene de lejos,
a socavar la memoria,
a invadir lo seguro.
Llega,
sin pedir permiso,
para nombrar el pasado,
para acallar sus conjuros,
con el repiqueteo de los tacones.
Arrastra,
a su paso,
señales y medidas,
ausencias y reflejos.
Viene
y, con ella,
aromas trae.
M.A.N.H. (02-11-15)
No hay comentarios:
Publicar un comentario