miércoles, 14 de septiembre de 2016

EN MARTES Y TRECE

Si miro a mis pies, sólo arena seca
y huellas que se entrecruzan.
Quizás,
la caliente calima de los sueños
amaine
o, acaso, se atolondre
el vaivén sonoro
de añejos dolores de cabeza.
Por lo que pueda pasar
en martes y trece,
me apresto miope a seguir escribiendo,
impunemente,
entre marcas y tachaduras,
la conclusión del prefacio.

M.A.N.H. (13/09/16)

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