Al fondo del bosque, la humedad se hace presencia, aullido, sobrecoge y alimenta.
domingo, 8 de septiembre de 2013
AMANECIDA
Prisionera del miedo
la amanecida
tiene ojos de niña
todavía,
y como todos sueña
y como todos vibra.
¿Quién le quitó el hilo
de la risa
que al viento volaba?
¿Quién escondió el filo
de la vida?
Bombardeos de sangre
en las camisas
dejan augurios ciegos
en sábanas frías.
Y en los ojos hambre
y sed en la vista.
Prisionera del miedo
la amanecida
aguarda la suerte
de soñar sin prisa,
Y como todos tiembla
y como todos suspira.
¿Quién viene negras
las pupilas
a cerrar el amargo trato?
¿Quién en la espera
el asombro pisa?
En Damasco, ciudad
de basares y vida,
la sombra del infortunio
deja ver su ruina.
Y es muerte su nombre
y es miedo su firma.
Prisionera del miedo
la amanecida
aguarda enternecida
todavía,
y como todos espera,
y como todos porfía.
M.A.N.H. (8/9/13)
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Precioso poema, felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que haya gustado.
EliminarUn saludo.
Damasco es una tragedia de gritos y sangre.
ResponderEliminarSí y también la cuna de la civilización humana. Qué ironía!
EliminarSalu2. Toro.
Hola Miguel.
ResponderEliminarTriste realidad la de Damasco, especialmente por tantos niños inocentes. Lo has sabido plasmar en tus versos, pienso que es una barbarie lo que está sucediendo (y lo que pueda suceder si el Sr.Nobel de la Paz decide bombardear, esperemos que no)
Espero estés bien, no pasaba porque estaba alejada del blog por cosas personales, pero las aguas siempre toman el rumbo.
Un beso
Hola VivianS, gracias por pasarte (no es obligación, pero se agradece).
EliminarLa realidad de Damasco, como la de otras tantas ciudades o países, es la realidad de la gente que allí vive, sufre, muere. Especialmente los niños y niñas, como bien dices, que no sólo sufren, sino que lo hacen sin entender.
Un beso también para ti.