Luz de tus manos es mi mirada
hecha de huellas digitales
que emborrona papeles ajados
por el tiempo y la nostalgia.
Luz que muestra los perfiles
que las sombras van creando
entre certezas de mentiras
que aprendimos con la rutina.
Luz que se derrama húmeda
entre sequedades, entre espacios
anegados de silencios que vuelven
a despertar del letargo de las horas.
Luz, sustancia ya efímera,
energía sublimada, caricia
que acompaña el devenir,
potencia de infinita ternura.
¿Hasta dónde luz para tus ojos,
sed para mis labios, alma
para los pasos que se pierden
entre caminos bifurcados?
Aprendamos de esa luz
que nos sorprende en la derrota,
que se implanta contra toda
esperanza, que nos conmueve
los años de tropezar
contra las mismas razones,
las mismas y duras piedras
que entorpecen nuestras ansias.
M.A.N.H. (6/4/12)
Muy bonito, compañero
ResponderEliminarHola Gloria, ¡cuánto tiempo sin verte por acá!
EliminarGracias por tus palabras. Me alegra que te guste. Salu2 y bss. Miguel Ángel
gracias por tu huella en lo de Fernando, titanes celestes es asociación a los Planetas y asteroides que navegan por el espacio, nosotros solo somos un punto en relación a ellos.
ResponderEliminartu poema es muy bonito y lleno de fuerza y vehemencia
la Luz sin duda brilla pero necesaria es la oscuridad para notarla
todo se provee, los opuestos son absolutamente necesarios
desde Chile un abrazo y feliz semana
Lichazul, gracias por tus palabras y tu interés. Totalmente de acuerdo contigo en la necesidad de los contrarios para poner de relieve aquello que valoramos. Sin embargo, a mí me pasa, tiendo a verlo todo más en negativo y en este poema quería poner por delante una visión distinta, luminosa. Si me sigues leyendo verás de lo que hablo.
EliminarSaludos desde estas islas Canarias que se consumen en sus propias llamas. Un abrazo fraterno.