jueves, 31 de agosto de 2017

EL CORAZÓN ATRIBULADO

A vegetales vísceras sometido,
el verde corazón de la manzana
ni respira, ni ilumina, ni gana
de la tarde, el silencio que se ha ido.

Intercambio de sombras y de ruido
en el óxido azul de la ventana,
con luna y claro sol de porcelana,
espejo de una noche sin sentido.

Pesadas cadenas lastran el sueño,
trastocando lo dulce en salado,
haciendo inútil el humano empeño.

Así, el corazón atribulado
emerge de la bruma y del ensueño
inquieto el paso, andando de lado.

M.A.N.H. (31/08/17)

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