jueves, 3 de diciembre de 2015

Desolado esqueje

Desolado esqueje,
el abuelo,
desde que lo trasplantaron a la ciudad,
con duros ojos de camaleón,
vigilaba
en lo alto de un macetero.
Que tenía al aire las raíces,
- murmuraba -,
que se le enterraban los dientes
en el suelo.
Masticaba sombras con las dudas,
la noche entera
traspirando,
tal vez,
por si no despertaba del sueño.

M.A.N.H. (01/12/15)



6 comentarios:

  1. Emotivo. Un tema que ahora me toca a mí bastante de cerca.

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  2. Joder... que fuerte y que bueno...
    Un poemazo!!!

    Te felicito.

    Saludos.

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  3. Me gusta mucho. ¡Enhorabuena!
    Y gracias por pasarte de vez en cuando por mi blog.;)

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    Respuestas
    1. Gracias, Mar Zeraus. Con tu permiso seguiré visitando tu blog para disfrutar de tu poesía.

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