Escrita en la arena de la orilla,
entre las huellas de las gaviotas,
encontrarás la verdad que buscas:
No más que un aleteo de sombras
que lleva el mar en su ir y venir.
El peso sin nombre de la historia
del inmenso osario que esconde
la belleza de un poniente a solas.
M.A.N.H. (11/01/14)
Se vuelve un vaivén, arriba o abajo, profundo. Un agrado leerte Miguel Angel.
ResponderEliminarAbrazo.
Vaivén de sueños y recuerdos, de esperanzas y esfuerzos. Gracias Nicolás.
EliminarUn abrazo.
La verdad es que me gusta este poema, se siente la fuerza del mar y su movimiento en el. crea una imagen bonita y cadenciosa en la mente.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias María, me alegra que te guste.
EliminarUn abrazo.
Una de tus mejores poesías Miguel ( digo yo que no sé mucho, pero hablo desde mi sentimiento) me ha parecido hermosa.
ResponderEliminar¿Tendré que ir al mar entonces? Siempre que creo estar cerca de la verdad, ésta se me escurre. ;)
“Entre las huellas de las gaviotas”, qué linda imagen, hasta puedo imaginar sus patitas.
Espero estés bien.
Un beso
Yo tampoco sé mucho de esto, aún así, gracias por tus palabras!
EliminarDel mar venimos, dicen, aunque las verdades son siempre escurridizas.
Espero que tú también estés bien, que es quizá de las pocas verdades que importan. Un abrazo.
Te ha quedado redondo.
ResponderEliminarUna delicia de poema.
Te felicito.
Gracias Toro. Un abrazo.
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