Ciegamente humano,
el aire que respiramos
no responde por su huella
calurosa de sombras.
Acaso, pegajoso,
cae de los párpados
como palabra
de difícil simetría
en el momento de la fotosíntesis
-oxígeno / dióxido de carbono-
Necesario
como comburente
en la digestión
de vegetales vísceras,
es también
legado y depósito,
herencia y patrimonio,
en el templo
de los mercaderes:
vale un puñado de monedas
redondas y verdes.
M.A.N.H. (25/05/13)
interesante, llevado a la reflexión me imagino
ResponderEliminarsaludos
Bueno, una pequeña y subjetiva interpretación poètica, como todas.
EliminarSalu2. Omar y gracias por pasarte.
Jamás se me hubiera ocurrido esto sobre el aire, que gran imaginación. Genial. Saludos.
ResponderEliminarHola Loli. Últimamente me trago demasiados documentales medioambientalistas. ¿Qué se le va a hacer?. Me alegra que te guste el poema.
EliminarUn saludo también para ti.
¿Tú eres químico? Y si eres químico, o algo relacionado con lo agrícola, tienes un gran bagaje de conocimientos para hablar de la Naturaleza desde ahí. Ese poema y otros, parece que lo demuestran.
ResponderEliminarNo sé por qué razón, no me aparecen tus comentarios en mi blog. Sí me llegó el último al correo.
Puedes bajarte la novela en esta dirección.
http://www.casadellibro.com/ebook-la-madriguera-ebook/9788415279914/2124748
Un abrazo y muchas gracias por cada una de tus palabras y por tu atención. Aurora
Uy químico. Sólo inquieto, sólo eso. Un abrazo y gracias por la referencia.
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