¿Quién sabe dónde se oculta la sangre
del hombre? ¿Quién se adueña sigiloso
de su color, su peso y su altura? ¿Quién
responde por su paso ancho o angosto?
La sangre del hombre encharca la senda
que recorren sus pasos, alza el lodo
primigenio: aquel del que se avergüenza
cada vez que debe volver al polvo.
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¿Cómo se manufactura el mercado
de la realidad? ¿Cómo el yo roto
del hombre sin más se resigna? ¿Cómo
pacta su destino contra pronóstico?
La realidad es la ambigua historia
creada para dar forma al ciego pozo
que mantiene oculta nuestra espera,
el balance final de quiénes somos.
M.A.N.H. (21/11/12)
Tantas preguntas sin respuesta... Cada uno encontrará la suya si de verdad se interesa en ello. Un buen poema.
ResponderEliminarSaludos desde Asturias
Sí, casi siempre tengo muchas preguntas y pocas respuestas, será que fallo en esa búsqueda que comentas o no me intereso lo suficiente. Quizás sea una actitud vital. No sé...
EliminarDe todos modos, gracias por tu aporte y sé bienvenida a este sitio.
Salu2.
qué difícil el balance final,
ResponderEliminarinteresantes letras amigo,
saludos
Sí, qué difícil el balance siempre!
ResponderEliminarSalu2. Omar y gracias por pasarte.
Magnífico poema. Me recuerda algunos de León Felipe, duros poemas (o no poemas como opinan muchos), y en esa línea está este. Enhorabuena. Saludos
ResponderEliminarHola Aurora, me alegra que te guste el poema, aunque la comparación creo que es excesiva. Sí, duros poemas los de León, lo mío sólo son preguntas al aire para que el viento las recoja. Gracias por tu amabilidad. Salu2.
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